La vida práctica en el método Montessori se trata de ayudar al niño a ganar control en la coordinación de sus movimiento, ayudarle a ganar independencia y adaptarse a su sociedad. Estas actividades también ayudan al desarrollo de la concentración lo cual coadyuvara en el desarrollo de un pensamiento ordenado.
A partir de los 3 años los niños ingresan a un periodo sensible de aprendizaje en el cual prefieren pasar el tiempo con los adultos ayudandoles en sus tareas. Cuando se les permite ayudar, el niño aprende que su contribución es valorada, y así incrementa su amor propio y la confianza en si mismo además de su independencia. En resumen el objetivo del area de vida practica es ayudar a desarrollar habilidades sociales y de independencia.
Como fortalecer la autonomía de los niños
1. Nuestro hogar a su altura. La adaptación del ambiente en Montessori va más allá de un ambiente seguro para el niño, pues su finalidad es que cada vez el niño necesite menos la intervención del adulto en sus necesidades cotidianas. Por ejemplo, si los vasos y el agua están a su altura en la cocina, cada vez que sienta sed él mismo irá a buscar el agua y se servirá, siempre bajo la supervisión de un adulto.
2. Ambiente respetuoso. Escuchar al niño en cualquier situación, validar sus ideas, no ridiculizar sus opiniones y hablarle siempre con el tono de voz adecuado es parte del ambiente respetuoso que necesita para sentirse aceptado, amado e importante en su núcleo familiar. Jamás hables mal de tu hijo.
3. Permítele reparar sus errores. Cuando el niño se equivoque con un comportamiento inadecuado o al estropear algo, necesita que le des la oportunidad de reparar su error para entender la dinámica de las consecuencias y aprender a lidiar correctamente con el sentimiento de culpa. Por ejemplo, si el niño derrama una bebida, en lugar de regañarlo permítele limpiar e invítalo a analizar qué pudo pasar para que esto ocurriera. “Tal vez ibas muy rápido. ¿Podrías tener más cuidado la próxima vez? Colocaste la bebida muy cerca al borde de la mesa. ¿Crees que debes fijarte la próxima vez?”. Si es una actitud inadecuada, transmítele calma. Luego, ayúdale a analizar si su actitud estuvo bien y qué puede hacer para repararlo. Por ejemplo, ofrecer una disculpa sincera.
4. Reconoce su esfuerzo. Cuando empiece a hacer las cosas por sí mismo posiblemente tendrá algunos inconvenientes, así que evita el juicio. Su cama no quedará muy bien tendida, dejará caer algunos elementos o estará un poco inseguro de poder lograrlo. Anímalo las veces que sea necesario y reconoce sus avances día a día. Esta dinámica fomenta su seguridad, independencia y autoestima.
5. Límites claros. Establece rutinas que le permitan sentirse seguro en casa. Horarios poco flexibles a la hora de las comidas y una hora adecuada para ir a dormir son parte de su formación integral. Esto le ayudará a desarrollar autonomía y disciplina de forma natural. Utiliza siempre un lenguaje positivo.
La habilidades más importantes de la vida no se encuentran en los estantes, sino que se las aprende en casa, tales como dar la mano, decir por favor y gracias, la cooperación y la empatía.
Si este tema es de tu interés o crees que podría ayudarle a alguien que conoces, COMPARTE!
Gracias por leernos,
¡Qué tengas un día increíble!