El miedo es una emoción completamente normal y posiblemente la más importante para el ser humano porque garantiza su supervivencia, porque si un niño no siente miedo se puede exponer a peligros que pueden amenazar su seguridad e incluso su vida
El miedo nos hace reaccionar, nos hace tomar conciencia de ese peligro o amenaza y generalmente reaccionamos huyendo, enfrentándolo o entrando en estado de shock.
Cada etapa tiene sus miedos, incluso en la vida adulta y es importante tener en cuenta que algunos miedos pueden ser heredados o incluso aprendidos del entorno. Por ejemplo, si un adulto cercano al niño tiene miedo a las tormentas y se mete debajo de la cama cada vez que hay un trueno es muy normal que el niño haga lo mismo, porque percibe que si el adulto tiene miedo es porque es algo peligroso y reacciona igual.
Asi que es necesario que normalicemos el miedo y le mostremos al niño que no hay nada de malo con sentirlo y, sobre todo, quitarle la idea falsa de que el valiente es el que no tiene miedo a nada. No es verdad, eso es mentira, es falso, valiente es el que se sabe enfrentar a sus miedos y que todos tenemos un miedo diferente en cada etapa a los cuales debemos enfrentarnos durante toda nuestra vida.
Por ejemplo, hay miedos típicos en la infancia como a la oscuridad o a estar solo, luego a no tener un buen rendimiento académico o a perder algo valioso, más adelante puede aparecer miedo a sentirse ser inferior o a que no salgan las cosas bien.
5 consejos para ayudar a los niños a gestionar sus miedos:
1. Validando todas sus emociones: Ayuda a tu hij@ a reconocer la emoción que está sintiendo, mostrándole que es normal y que todos lo hemos sentido en algún momento. Puedes decirle: ‘Comprendo que tengas miedo y es normal, no te preocupes, pero si quieres yo te ayudo a superarlo’.
2. Respetando sus tiempos. A veces el niño, si nosotros tiramos de un lado, él tira del otro y le da cada vez más miedo una determinada cosa. Entonces no hay nunca hay que forzar a que enfrente el miedo, pero sí podemos decirle: ‘Si tú quieres voy contigo y te acompaño, mientras te sientes listo para ir tu solo.
3. Acompañándolo a superarlo: El adulto puede ayudarle a gestionar bien ese miedo dando los primeros pasos y luego dejándole solo al niño. No sería una forma adecuada de superar el miedo al agua lanzar al niño a la piscina sin que él se dé cuenta. Si reaccionamos así, lo que vamos a provocar es más miedo, además generará desconfianza hacía el adulto.
4. Hablando de nuestros miedos. El miedo se contagia, como todas las emociones, y evidentemente si el niño ve que su padre se esconde durante las tormentas, es normal que él también lo haga. Lo que podemos hacer es explicarle lo que nos pasa y el origen de nuestro temor hacia eso en particular. Es bueno que los adultos hablemos de nuestros miedos para que los niños vean que son normales y que no pasa nada por sentirlos.
5. Sin ridiculizar: Lo peor que puede hacer un adulto es ridiculizar al niño por sentir miedo diciéndole que es cobarde o compararlo con otros niños que sí hacen lo que a él le da temor. Cada vez que ridiculizamos a los niños les damos el mensaje que es mejor callar lo que sentimos por miedo a ser expuestos, Es mucho mejor que expresen sus miedos para que los adultos podamos ayudarles a gestionarlos.
En Neuro English Home, queremos apoyarte con información de valor en las diferentes etapas de tu hij@, así que déjanos tus comentarios sobre los temas que quieres que tratemos en las próximas entradas.
Gracias por leernos,
!Qué tengas un día increíble!